Acércate a la nada, pues. Todo es nada, porque nada existe. Ni siquiera existe lo que sientes golpear tu corazón. El dolor. Los sueños rotos.
¿Quién soy yo para ser realidad?
La realidad es... lo que no eres tú. Lo que no eliges. La realidad es una cárcel. La realidad, no la quiero. Sólo quiero lo que nace en mí.
¿Y quién soy yo para ser realidad?
Nadie.
Sólo soy... la nada, el silencio. Todos los silencios que nadie entiende. Todos los sentimientos encerrados, desterrados, encarcelados, enterrados para siempre en algún lugar al que nadie puede acceder. Soy la necesidad. El vacío infinito. La nada.
...goodbye...